CARLOS ALFREDO MIÑO FLORES
ALIAS: TAYO TAYO
Macaluay Culki es un gil a lado de Tayo Tayo.

Pesaba sobre el sujeto una boleta de apremio emitida en marzo del 2010 por estar presuntamente vinculado con el asalto al Supermaxi de la Garzota. En tanto que el 8 de diciembre del mismo año se extendió una orden de allanamiento dispuesta el 8 de diciembre de 2010 por el juez 26º de Garantías Penales, Ubaldo Macías; y otra de detención, emitida el 23 de marzo de 2010 por Víctor Moncada, juez 29º.
En contra de Miño. Ambas se hicieron efectivas cuando el abogado Johnny Guzmán ingresó al domicilio del imputado ubicado en la manzana 14 de la ciudadela Urbasur, sur de Guayaquil, donde el sujeto se encontraba descansando junto a su familia, quien al momento de la detención no puso resistencia.
La sinvergüenza de la mujer lo defiende:
Mercedes Martínez, esposa de Tayo Tayo, se acercó a la PJ en defensa de su amado, asegurando que existe revocatoria a las órdenes de captura y allanamiento en contra de su esposo.
“Mi esposo cambió, tiene cuatro detenciones a su haber y por eso no puede ganarse la vida dignamente porque no puede tener vida social. Yo soy la que trabajo y no me da vergüenza decirlo”.
SINVERGUENZA Y EL DOLOR DE LAS VICTIMAS QUE PROVOCÓ ESTE DESGRACIADO.
Historial Delictivo del pobre angelito “Tayo Tayo”.
Gavilán Datero
El Martes me robaron, fue la primera vez en toda mi vida, acababa de bajarme del carro que me llevó hasta pocas cuadras de mi casa, como dicen por ahí "estaba en mi zona", es allí donde uno se da cuenta de muchos detalles que nunca toma en cuenta a la hora de transitar por las calles y es que uno piensa, " a mi no me puede pasar, sólo voy de la casa al trabajo" pues caminaba rumbo a casa, como de costumbre tomé el télefono (uno de muy buenas prestaciones) y empecé a llamar a la novia,claro, para que vea que estoy iendo a casa, fue en ese instante que de una de las casa vecinas sale alguien y suelta al perro, por evitar el perro salto a la calle, y pasa por mi lado una moto, dos ocupantes, me ven y van de largo, ya en ese instante sus miradas me decían todo, pero seguí conversando por telefono, caminando, hasta pocos pasos de la casa, en donde la misma moto ahora viene directo, intento sacar la llave y los nervios me traicionan, no la encuentro, muy tarde, los dos ocupantes de la moto se estacionan a mi espalda y algo me dicen, estoy turbado y no les entiendo, el del casco me pide que me tranquilice, quizás me está diciendo que es una asalto, pero igual no lo entiendo, lo que si entiendo es que el de atrás me pide el teléfono, se lo doy sin pensarlo, lo toman y se van, sigo sin pensar aún qué es lo que está pasando y sigo caminando los pocos pasos que faltaban para llegar a casa.
ResponderEliminarDon Hugo, me robaron, pero lo que se llevaron no fue algo material, que a la final ni siquiera me importa, lo que se llevaron fue algo de más valor, se llevaron mi confianza en la gente, la confianza que tenia de transitar libremente por las calles de mi barrio, me llenaba la boca diciendo que mi barrio es seguro y es verdad, mi barrio es seguro, la gente que ahora nos "visita" es la que nos preocupa. Los dos ladrones eran gente común y corriente, no parecían presidiarios ni tenían mala facha, se parecían quizás al que me cobró el pasaje el lunes, o al que me atendió amablemente en algún servicio, los ladrones se llevaron mi estima por la gente, porque ahora veo a todas esas personas que me rodean con desprecio, pienso que ellas, al igual que muchos, se encomendaron a algún santo, se despidieron con besos de sus novias o esposas, abrazaron a sus hijos y se montaron en la moto y salieron simplemente a robar, a eso le llamo "servicio a domicilio".
A una semana de aquello, sigo intranquilo, porque ahora para mi, TODOS son complices, quizás el guardían del barrio, que siempre sabe a que hora llego, la policia, no es acaso delito manejar un vehiculo sin las respectivas credenciales que permitan identificarlo? desde aquel día me he puesto a contar y de cada diez motos que veo, solo dos, HUGO, solo dos llevan un chaquelo y una placa, y la policía?, estoy seguro que si ese día una patrulla los veía, nada hacía, porque nada hace cuando los ve todos los días circular sin credenciales, también es cómplice el gobierno, con sus benditos impuestos ahora es muy rentable robar celulares y venderlos a aquellos que siempre quieren en lo fácil lucir ante los demás, también es culpable el Gobierno porque amaga con una consulta que nada solucionará. Hoy, no quiero saber de comprar nada que tenga valor, para qué?, para que mañana otro se lleve tranquilamente y sin esfuerzo lo que tanto me cuesta a mi? no, ya no, y no es el dinero lo que me importa, lo que más me duele, es saber que no hay, Dios ni ley que los castigue, no creo en eso de que la justicia divina los castigará, es en esta tierra donde se deben pagar pecados, dicen que el mundo gira, no lo creo, para que ello suceda, debería yo también armarme de valor, enfundar una arma y comenzar a ganarme así la vida, pero ambos sabemos que en nuestros casos, la suerte no está de nuestro lado y quizás hasta la ley nos caiga con un rigor insospechado.
Estimado hugo esto me pasó una semana atrás y lo que esos ladrones me quitaron, fue las ganas seguir.